Humazapas
El concepto de “volver a la raíz”, pocas veces tiene un significado tan literal y al mismo tiempo tan ancestral como lo es para la agrupación ecuatoriana Humazapas. Usualmente, en la industria musical, se vincula este concepto cuando se trata de retomar los inicios de un sonido propio del pasado, regresar a ese momento de novedad, de exploración y de ingenuidad, quizás. Sin embargo, para Humazapas, no. Los originarios de las comunidades kichwas en los Andes del Ecuador, que durante una década han impulsado este proyecto, ven en “volver a la raíz”, una conexión profunda con sus culturas, con su lengua, con sus danzas, con los rituales que se vinculan a las deidades y, por supuesto, con la música.
Formada en 2010, cuando 12 adolescentes de las comunidades kichwas de Turuku, San Pedro, Jatun Topo y Anrabí, decidieron rescatar los sonidos y los bailes rituales de las comunas kichwas asentadas en los pies de los volcanes Tayta Imbabura y Mama Cutakachi, Humazapas plantea un ejercicio ancestral traducido a la fusión de músicas originarias y estructuras contemporáneas que proponen la continuidad del arte de los pueblos y nacionalidades ancestrales del Ecuador en las futuras generaciones, como un documento sonoro que vincula también la danza y los audiovisuales para traducir una experiencia a través de un viaje a la semilla que nace de la tierra, brota de ella y cuyo fruto ha alimentado, y seguirá alimentando, a generaciones durante siglos. Tras más una década de investigación e interés por retomar saberes ancestrales, la agrupación integrada por ocho músicos y cuatro danzantes, que hilan en su discurso la cosmovisión de la vida comunitaria con las personas, la naturaleza y el mundo de las deidades, finalmente lanzarán su disco debut Sara Mama que traduce Madre Maíz en idioma español, uno de los granos sagrados que esconde en su cosecha, los saberes, la magia de los rituales de crianza, cuidado y celebración de la vida, desde la preparación de la tierra, hasta la cosecha de los granos secos.
El disco, compuesto por 12 canciones que se desprenden de la relación entre la humanidad, la naturaleza y el mundo de las deidades, oscila entre ritmos tradicionales como el churay, que predomina en canciones como “Tamiajun”, “Pugyu”, “Adiós mamita”, “Romero Llullu Sisa”, “Pacho” y “Sara Tipi”, así como el saruy en composiciones como “Rosa Kitumba” y “Warmi razu chakigupi”. También está presente el bambuco, el danzante, el yumbo, y la capishka, ritmos en los que destacan los bombos, el arpa kichwa, las guitarras, la mandolina, el violín, el cununo, el djembe y las voces agudas y festivas que encajan con ritmos celebrativos y cuyas letras, escritas en idioma originario kichwa para preservar la lengua, hablan de las lluvias que anuncian el ciclo agrícola del maíz y la preparación de la tierra, como es el caso de “Jatun mama pacha, que introduce el disco, pasando por “Pugyu”, que habla del agua que cae al corazón de la tierra, de la cual surgen vertientes, sitios sagrados que mantienen la vida durante la sequía, y otras más conectadas al misticismo como “Chichu Burru”, cuyo sonido ritual se usa para despertar a los dioses y espíritus representados como montañas, volcanes y lagunas de la provincia de Imbabura, cuyo permiso es necesario para el ciclo que da lugar a la crianza del maíz.
Este disco debut es, en últimas, un trabajo temático, cuya narrativa transcurre en el ciclo de la vida como esas raíces que crecen para formar tallos, hojas y frutos, pero también sobre el ciclo de la muerte como ese espacio en el que brota la nueva vida gracias a los seres que se fueron y quienes entregan sus energías para la continuidad.
Sara Mama, contó con la composición, producción, arreglos y grabación de Jesús Bonilla en ANTA Records dentro de la comuna kichwa Turuku, la mezcla de Paul Cotacachi y Esteban Farinango (MalaFama), la colaboración de reconocidos artistas ecuatorianos como Danilo Arroyo y Matías Alvear y el máster final del célebre DJ y productor también ecuatoriano Nicola Cruz.
Sara Mama está disponible en vinilo y en todas las plataformas digitales.